Creo que el conflicto del mundo de hoy, no tiene nada que ver con un virus, el trasfondo radica en la humanidad misma. Lo acontecido pone en entredicho el homocentrismo haciendo ver la poca importancia de el humano como especie en la tierra, mostrándonos por fin a través de los medios audiovisuales que tanto nos causan fascinación, como lo que somos, una especie vulnerable. Nos aterra la idea de la extinción por cifras que se viralizan, obviando durante años los más de veintisiete mil seres humanos que mueren a diario de hambre, para hacer más crudo, dieciocho mil niños. Hemos sido unos simples románticos al aterrarnos por la situación actual, dejando de lado una realidad mucho más perturbadora que ha sido parte de la cotidianidad de los telespectadores los cuales han decidido tácitamente ser engañados. La vida tiene sentido gracias a la muerte misma y esto no es desesperanzador. Por lo tanto lo de hoy no es un final trágico, es capítulo nuevo el cuál ...